Los beneficios del Omega 3 para la salud
Diversos estudios han reportado ventajas importantes en la ingesta de ácidos grasos Omega 3 en campos tan diversos como cardiología, neurología, oncología, patologías inflamatorias crónicas, oftalmología, pediatría, ginecología, dermatología… ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el Omega 3?
Los ácidos grasos esenciales (Omega 3 y Omega 6) son vitales para la salud porque nuestro cuerpo no puede fabricarlos y debemos obtenerlos de forma externa a través de la alimentación. Para el óptimo funcionamiento de muchos tejidos de nuestro cuerpo, como por ejemplo el cerebro (que se compone aproximadamente de un 60% de lípidos y tiene una tasa muy alta de consumo de energía), necesitamos ácidos grasos imprescindibles. De ellos, los más cruciales son los Omega 3.
Diversos estudios básicos, clínicos y epidemiológicos han reportado ventajas importantes en la ingesta de ácidos grasos Omega 3 en campos tan diversos como cardiología, neurología, oncología, patologías inflamatorias crónicas, oftalmología, pediatría, ginecología, dermatología…
Los tres ácidos grasos omega 3
- Ácido alfa-linolénico ALA
- Ácido eicosapentaenoico EPA
- Ácido docosahexaenoico DHA
EPA y DHA
Tanto el EPA como su derivado el DHA los puede sintetizar nuestro cuerpo a partir del ALA, un ácido graso esencial que se obtiene a través de los alimentos que consumimos como semillas, nueces o aceites. El organismo puede convertir parte del ALA en EPA y luego en DHA, pero solo en cantidades que son insuficientes para cubrir nuestras necesidades. En consecuencia, debido a la baja eficacia de la conversión y a la importancia de tener DHA en nuestro organismo, resulta mucho más eficiente suministrar DHA a través de la dieta, con ingesta de pescado o marisco, o directamente a través de suplementos preformados.
Los beneficios del DHA
Aunque el DHA se encuentra en la mayoría de los tejidos, lo podemos localizar en altas concentraciones en el cerebro, la retina y otros tejidos nerviosos.
El DHA juega un papel fundamental para el mantenimiento, crecimiento y desarrollo neuronal, es por eso por lo que numerosos estudios asocian al alto consumo de DHA con mejores capacidades mentales, reforzando la memoria y la capacidad aprendizaje.
Además, hallamos este ácido graso en mayores concentraciones en la retina debido a que interviene en la regeneración y el mantenimiento de los tejidos visuales. Por lo tanto, mayores ingestas de DHA implican mejora en la agudeza visual y protección frente a patologías oculares.
Considerables investigaciones señalan que el aporte adecuado de DHA durante las etapas de embarazo y lactancia, a través de la dieta o de la ingesta de suplementos alimenticios, genera altos beneficios en los neonatos, en particular, en sus funciones cognitivas y visuales. De la misma forma, un elevado consumo del mismo ácido graso puede prevenir estas mismas funciones de su deterioro durante el envejecimiento. Además, juega un papel importante en la fertilidad ya que enriquece la calidad del esperma y aumente el flujo sanguíneo del útero, ampliado las probabilidades de concebir.
La ingesta del DHA no solo tiene efectos positivos en las áreas explicados anteriormente, también se ha demostrado que es beneficioso para la prevención de patologías cardiovasculares. El ácido graso DHA no solo ayuda a disminuir los niveles de triglicéridos y de colesterol en sangre, sino que reduce el riesgo de hipertensión vascular además de tener actividad antitrombina y vasodilatadora.
Por último, desempeña un papel muy importante en la regulación de la respuesta inflamatoria y en el buen funcionamiento del sistema inmune contribuyendo así a la prevención de alergias y control de enfermedades autoinmunes.