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DHA en la menopausia

Miopía: ¿Cómo tratarla?

La miopía es un trastorno visual en el que los objetos a distancia aparecen borrosos mientras que los objetos cercanos se ven nítidos. La miopía ocurre cuando la imagen de un objeto a distancia se forma enfrente de la retina en lugar de encima de ella, debido a que el ojo es demasiado largo o la córnea es demasiado curva. Esto hace que los objetos a distancia aparezcan borrosos.

La miopía se produce cuando la imagen de un objeto se enfoca en la parte frontal del ojo en lugar de en la retina, causando una visión borrosa de objetos lejanos. Esto sucede generalmente debido a que el ojo es demasiado largo o la córnea es demasiado curva, lo que altera la capacidad del ojo para enfocar la luz correctamente.

Es difícil determinar una cifra exacta para la cantidad de personas con miopía en el mundo, ya que depende de diversos factores como la población total, la edad, la geografía y los hábitos de estilo de vida. Sin embargo, se estima que un tercio de la población mundial es miope. Además, se prevé que la prevalencia de la miopía aumente globalmente, especialmente en Asia, donde calculan que el 80% de los jóvenes padezcan este trastorno en el futuro. Sus causas se deben a una combinación de factores genéticos y de estilo de vida, como la falta de tiempo al aire libre y el uso excesivo de dispositivos electrónicos.

Esta anomalía que se puede tratar colocando lentes divergentes bien sea en forma de gafas o de lentillas de contacto, cirugía refractiva, ejercicios de terapia visual o con el aporte dietético de nutrientes que puedan favorecer al rendimiento visual en baja iluminación y ante los deslumbramientos.

-          Vitamina A: colabora a mantener la salud de la retina, prevenir la degeneración de la vista y preservar sana la mucosa ocular.

-          Vitamina C: ayuda a proteger los ojos de los daños causados por los radicales libres y mejora la función de la retina.

-           Vitamina E: también preserva los ojos de los daños causados por los radicales libres.

-          Ácido fólico: desarrollo un papel importante para la producción de neurotransmisores que ayudan a regular el movimiento ocular.

-          Zinc: es esencial para el funcionamiento de la retina y la proteína en la córnea.

-          Omega-3 ácidos grasos: Contribuye a mantener la salud de la retina y prevenir la degeneración de la vista.

 

Se pueden encontrar estos nutrientes en alimentos como frutas y verduras, pescado, nueces, granos enteros y productos lácteos. Es importante llevar una dieta equilibrada y variada para obtener la cantidad necesaria de estos nutrientes, pudiendo también adquirirlos a través de la ingesta de suplementos alimenticios.