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Nutrición y uveítis anterior no infecciosa

¿Qué es la uveítis anterior no infecciosa? 

Se trata de una enfermedad autoinmunitaria que puede afectar a personas de todas las edades. El proceso inflamatorio crónico que se produce en el ojo puede causar enrojecimiento, dolor y visión borrosa. Es fundamental llevar un adecuado tratamiento para minimizar los brotes y preservar la visión. Pero ¿qué papel juega la nutrición en todo esto?

 

¿Cuáles son las características de la uveítis anterior no infecciosa?

La uveítis anterior no infecciosa es una enfermedad autoinmunitaria en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca los tejidos del ojo, lo que provoca inflamación y enrojecimiento. Esta enfermedad afecta al polo anterior del ojo y puede afectar a uno o ambos ojos, siendo más común en adultos jóvenes y de mediana edad.

Los síntomas incluyen dolor ocular, enrojecimiento, sensibilidad a la luz, visión borrosa y, en casos graves, disminución de la visión. La enfermedad puede tener un curso crónico con períodos de exacerbación y remisión.

El tratamiento de la uveítis anterior no infecciosa tiene como objetivo limitar el proceso inflamatorio y minimizar la frecuencia y gravedad de los brotes. Los tratamientos incluyen corticoesteroides, antiinflamatorios no esteroideos e inmunosupresores, y en casos graves, la inyección de anticuerpos dirigidos a proteínas inflamatorias como la interleucina-6.

 

Nutrición y uveítis anterior no infecciosa

Es fundamental llevar un adecuado tratamiento para minimizar los brotes y preservar la visión. Pero ¿qué papel juega la nutrición en todo esto?

Una dieta saludable y equilibrada puede ser beneficiosa para las personas con uveítis anterior no infecciosa. El zinc, el cobre y el selenio son importantes para el funcionamiento del sistema inmunológico y la salud ocular. También se ha demostrado que el manganeso ayuda a proteger las células de los tejidos oculares del daño oxidativo.

Además, la relación entre los ácidos grasos poliinsaturados omega-6 y omega-3 en la dieta y la respuesta inmuno-inflamatoria puede ser importante en la uveítis anterior no infecciosa. Se sabe que los omega-6 favorecen la inflamación, mientras que los omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias.

 

Para reducir la inflamación, se recomienda disminuir la ingesta de omega-6, presentes en alimentos como la carne y la grasa animal, y aumentar la ingesta de omega-3, presentes en alimentos como pescado, semillas de chía y nueces. En particular, el ácido docosahexaenoico (DHA), un ácido graso omega-3, es necesario para la salud ocular y cerebral, y se recomienda una ingesta diaria de 250 mg.