Embarazo y lactancia
El DHA es un elemento esencial en la formación del cerebro, sistema nervioso y ojos del feto y del lactante durante el embarazo y la lactancia. Esta es una de sus propiedades más importantes y una de las más desconocidas y cabe destacar que es una propiedad esencial sólo del DHA y no es atribuible a los demás Omega-3.
El DHA lo encontramos habitualmente en nuestro cuerpo formando parte de las membranas celulares, pero en el lugar donde vamos a encontrar mayor concentración del mismo dentro de nuestro organismo será en nuestro cerebro. Allí tiene una función fundamental como es dar fluidez a las membranas celulares en las funciones de Sinapsis.
El estudio financiado por la Comisión Europea y realizado por el Proyecto Perinatal de Nutrición Lipídica (PeriLip) y el Proyecto de Programación de la Nutrición del Lactante (EARNEST) concluye:
- El feto y el neonato deben recibir ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPI-CL) en cantidad suficiente para optimizar su desarrollo cognitivo y visual
- El consumo de aceites ricos en AGPI-CL Omega 3 durante el embarazo reduce el riesgo de parto prematuro (aunque es el ginecólogo quién debe asesorar a la embarazada sobre lo que debe hacer en cada caso particular)
- Las embarazadas y las madres lactantes deben ingerir como promedio un mínimo de 450 mg de DHA al día
- Para lactantes nacidos a término recomendamos la lactancia materna como la ideal
- Cuando la lactancia materna no sea posible recomendamos el uso de un preparado para lactantes con 0,2-0,5% de DHA sobre el total de lípidos y una cantidad igual o superior de ácido araquidónico (Omega 6)
(J Pernat Med 2008;36:5-14)