Infancia

El DHA lo podemos encontrar en todas la membranas celulares y, por tanto, en todos los órganos y tejidos de nuestro organismo. De manera especial, el DHA desempeña un papel fundamental en el sistema nervioso, siendo esencial para el adecuado desarrollo, crecimiento y funcionamiento de las células nerviosas.

Diversos estudios han puesto de manifiesto que los niños que han recibido un aporte adecuado de DHA en el período fetal y durante los primeros años de vida muestran un desarrollo cerebral superior y una mayor capacidad funcional.

Los estudios de la Doctora Carlson en Estados Unidos, demuestran que los niños que han tenido un mayor aporte de DHA  en su etapa fetal, así como también en los primeros años de vida, presentaban un mayor desarrollo cerebral a la vez que un mayor coeficiente intelectual.

A su vez,  la OMS, la Fundación Británica para la Nutrición (BNF) y la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (ESPGHAN) recomiendan que las fórmulas para neonatos estén enriquecidas con DHA, para asegurar un correcto desarrollo del cerebro.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), hace especial énfasis en la importancia del DHA en estas edades.

En determinadas situaciones que afectan al estado emocional, al comportamiento o al aprendizaje de los niños el Pediatra puede que recomiende unos aportes  elevados de DHA, los cuales harían imprescindible suplementar su dieta al no ser posible alcanzarlos a través de un mayor consumo de pescado.

(J Pediatr Gastroenterol Nutr 2004;38:2-3)